miércoles, 20 de diciembre de 2017

Los bous al carrer en 2017, récords

De nuevo la calle, o más bien cabría decir la fuerza de la calle, va camino de conseguir cerrar un año de récord. Y ya van unos cuantos. Aunque todavía quedan poblaciones por celebrar sus festejos taurinos, los bous al carrer han batido una temporada más sus propios números y siguen con la tendencia al alza de las últimas campañas. Más festejos, más días y en más municipios, esa es la conclusión que se extrae de los datos facilitados por la Generalitat Valenciana. Los números no dejan lugar a las dudas: hasta el pasado 20 de octubre, en la Comunidad Valenciana se habían celebrado un total de 9.596 festejos. Unas cifras a las que nunca antes se había llegado y lo que es mejor, parece que el crecimiento no ha tocado techo. Más datos: durante los tres meses de verano -la época de mayor apogeo de bous al carrer- se dieron 6.633 festejos, 434 más de los que se celebraron en el mismo periodo del pasado año, lo que supone un incremento del 7%. “Acabaremos la temporada en cifras muy superiores a los 9.000 festejos, hablamos de un 20% ó 25% más”, se congratula Vicente Nogueroles, presidente de la Federación de Peñas Taurinas de Bous al Carrer de la Comunidad Valenciana. Por provincias, Castellón sigue a la cabeza con 5.334, seguida de Valencia, con 3.215, y Alicante, con 1.047.

Más allá de las cifras oficiales, que se darán a conocer en cuanto la temporada baje el telón, lo que queda claro es un aumento considerable de los festejos populares de un tiempo a esta parte. “Se da la circunstancia que este crecimiento ha ido en paralelo a un endurecimiento en cuanto a medidas de seguridad y en cuestiones de bienestar animal. A más seguridad y más control por parte de la Administración, más festejos. Esto es lo que nos asombra y lo que nos da la medida de que el trabajo que se está haciendo es bueno para la Fiesta porque de lo contrario se hubiese parado la tendencia o incluso reducido el número de festejos”, señala.

Las estadísticas anuales refuerzan un mensaje y una realidad palpable cada fin de semana en las calles de los pueblos de la Comunitat: el bou al carrer vive una época de esplendor. “Sin lugar a dudas, creo que estamos ante los mejores años del festejo popular”, afirma Nogueroles con rotundidad antes de dar con una de las claves de esta magnífica época. “La colaboración que tenemos con la Policía Autonómica ha sido fundamental, diría que es uno de los puntos de inflexión. Antes se les veía como al demonio, eran los malos de la película, los que iban a cargarse el festejo y ahora son los que vienen a ayudar, a allanar el camino e incluso a solucionar los problemas. Ha sido clave para la evolución y mejora del espectáculo”.

La tendencia al alza de los festejos populares ha coincidido en el tiempo con una época de prohibiciones, especialmente de la modalidad del bou embolat, y con el auge del movimiento antitaurino. La reivindicación pasaba por salir a la calle: primero fue Castellón, luego Valencia, con su manifestación y su Congreso, y la última tuvo lugar en la pasada Feria de Julio con la concentración a favor del bou embolat. “El otro camino que quedaba era el de seguir haciendo toros principalmente en aquellos pueblos donde se ha prohibido una modalidad tan arraigada aquí como el bou embolat. Lo que dijimos a las peñas fue que lejos de quedarse parados o de hacer simplemente una tarde de toros, había que sustituir la noche del bou embolat por una exhibición de vacas o de toros en puntas para que los prohibicionistas se diesen cuenta de que no vamos a dar un paso atrás. Que esos pueblos sigan haciendo toros pese a las prohibiciones es lo que nos da credibilidad”.

La respuesta social y popular de los aficionados y peñas refuerza el trabajo de estos años de la Federación. “Creo sinceramente que hacía falta un grupo de personas que fuera alentando a los demás, que los animara y los achuchara en ciertos momentos, que les recuerde que toca seguir trabajando porque de lo contrario nos acabaríamos acomodando todos. Cuando llevas muchos años seguidos haciendo algo y siempre de la misma forma, tiendes a conformarte. Ocurre por ejemplo con la figura del voluntario: si no hay alguien que recuerde la importancia que tiene ser voluntario en un festejo popular, la gente acaba tomándoselo como un trámite más cuando no lo es. El futuro de la Fiesta pasa por cumplir el decreto tal y como nos lo mandan”.

El trabajo conjunto con la Administración y el diálogo abierto con los diferentes partidos políticos fue uno de los objetivos que se marcó la Federación. “Cuando entramos hace tres años -recuerda Nogueroles- quisimos darle un cambio a la forma de defender la Fiesta y lo hicimos acercándonos a la Administración y a los políticos, estuviesen o no en el gobierno. Esta es una Fiesta apolítica y todo lo que fuera juntarnos con los partidos políticos que estuvieran en el poder en cada momento podría suponer un paso atrás en la siguiente legislatura. No queremos dejar a nadie de lado. ¿Qué ganamos teniendo problemas con la Administración? Lo primero que hicimos fue sentarnos con ellos y eso nos ha abierto muchas puertas”.

MÁS FESTEJOS, MENOS HERIDOS

Las mejoras en materia de seguridad están dando sus frutos. Las medidas puestas en marcha y la concienciación de todos aquellos participantes ha ayudado a reducir esta temporada el número de heridos y víctimas en los festejos populares. “Teníamos un objetivo claro que pasaba por aumentar el número de festejos intentado rebajar el número de heridos y muertos. En este sentido estamos muy contentos porque habiendo celebrado un 25% más de espectáculos, se ha conseguido disminuir en un 50% el número de heridos y muertos -dos esta temporada-. En este tiempo se ha buscado un equilibrio entre las medidas de seguridad y que a su vez fueran asumibles por el aficionado. Creemos que en este sentido se están haciendo las cosas bien y el trabajo con la Administración lejos de ser trabas, son mejoras para el espectáculo”, expone.

El reto del bou al carrer pasa por aumentar la seguridad mejorando y perfilando un decreto que ya de por sí es muy estricto y riguroso. “Nos preocupaba mucho un tema, porque así nos lo decían los números, que era que los principales percances y desgracias de los últimos años no han sido a rodadores expertos o a aficionados que se ponen directamente ante el toro, sino que las cogidas y muertes venían en su mayoría de lo que se llama la “segunda fila” -aficionados que están mirando el toro pero que no participan ni están en contacto directo con el animal-. En este sentido hay un punto negro que son los cadafals. En un 70% o 75% las cogidas han tenido lugar en torno al cadafal bien fuera por aglomeración, por no poder escapar o porque dos personas intentaran entrar por un mismo hueco. Eso quedaba por mejorar y se han establecido una serie de medidas como el cierre de las esquinas para que dos personas no puedan entrar por el mismo hueco, se ha hecho mucho más hincapié en ese tema”. Además, destaca Nogueroles, también se ha incidido en las barreras verticales.“Se ha medido la fuerza que hace un toro en este tipo de barreras y se ha llegado a la conclusión de quitar los anclajes o incluso poder modificar su forma para que haga más fuerza...”.

La figura de los voluntarios toma en materia de seguridad un valor fundamental. El trabajo de concienciación sobre la importancia de estas personas en un festejo popular resulta clave para el normal desarrollo del espectáculo. “Se ha reavivado la labor de los voluntarios y se ha incidido en que el voluntario no solo ha de fijarse en los que participan del festejo, sino también en aquellos espectadores que están en los cadafals o en aquellos que no están en condiciones. Hay que recordar que en un día de bou al carrer participa mucha gente y además lo hace de muchas maneras. Hablamos de miles de personas en un mismo recinto y debemos de ser nosotros los que controlemos las situaciones que se produczcan. Es necesario hacer pedagogía con todos y llamar la atención a aquellos que no puedan estar cerca del toro no ya por sus condiciones físicas sino también por desconocimiento y por comportamientos que no sean coherentes”.

Toda medida parece poca en una Fiesta donde el peligro está latente desde el mismo momento en que el toro sale a la calle. El riesgo cero no existe, “aunque todos buscamos aproximarnos ahí”, apunta Nogueroles, quien sobre esto reflexiona: “También debemos ser conscientes todos que quien está dentro del recinto está expuesto al riesgo, desde la persona que se pone delante del toro hasta el que está en un cadafal o detrás de los barrotes de su casa. Esta es una Fiesta muy bonita pero en la que el peligro está muy presente y donde el riesgo cero no existe”.

UNA BALANZA MUY EQUILIBRADA

Al igual que el crecimiento de los festejos de bou al carrer es notable, también lo es el auge del movimiento antitaurino. “La balanza está muy equilibrada pero ellos además tienen un sustento económico detrás y están muy bien considerados en toda Europa”, apunta Nogueroles. “La manera de que no nos puedan buscar las cosquillas es cumplir el decreto a rajatabla para que nadie pueda decirnos que hemos cruzado la raya haciendo algo ilegal”.

La realidad en la Comunidad Valenciana dice que el movimiento antitaurino es una cuestión más política que social. “Aquí el problema viene fundamentalmente de la parte más radical de Compromís, no pondría en el mismo saco a todo el partido. El 80% de los pueblos de la Comunidad están gobernados por Compromís y en ningún caso se le ocurriría al alcalde de municipios como Foios, Meliana, Puçol, Massamagrell o Albalat, por poner unos ejemplos, prohibir el bou al carrer. Incluso en estos pueblos llegan a participar, aunque no de forma activa, de la Fiesta. No hemos constatado que el antitaurinismo sea un movimiento extenso dentro del festejo popular ni que exista dentro del mismo pueblo, sino que viene de la presión del gobierno autonómico”.

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La Comunidad Valenciana ha batido un nuevo récord de bous al carrer. 9.709 festejos es la cifra con la que se ha cerrado este 2017 después de que se hayan ya contabilizado los espectáculos que se celebran los últimos días del año. Dicha cifra supone un incremento de 772 festejos con respecto a los realizados en 2016 (8.964).

Por provincias, Castellón lidera la estadística con 5.371 festejos (por los 4.688 de 2016), seguida por Valencia con 3.270 (por los 3.188 de 2016) y Alicante con 1.068 (por los 1.061 de 2016). "Los 9.709 festejos realizados nos legitiman para exigir un respeto total hacia esta actividad cultural que representa una forma de vida heredada de nuestros antepasados y que se va transmitiendo de padres a hijos", señalan a través de un comunicado desde la Federación de Peñas de Bous al Carrer.

La entidad, en los datos facilitados, destaca la reducción en un 70% de los heridos con respecto a 2016, con una única muerte. "Hemos conseguido dotar de solidez y rigidez un modelo de gestión basado en el control de la seguridad del festejo por parte del organizador, con un número muy reducido de accidentes si lo equiparamos con la cantidad de participantes que se congregan alrededor de un día de bou al carrer".

NOVEDADES PARA 2018

De cara al nuevo año, la principal novedad serán los cambios introducidos en el decreto de Bous al Carrer, cuya principal particularidad será la inclusión de la figura del veterinario. "Con ello se dará por zanjado el debate sobre un supuesto maltrato animal en cualquier día de bou al carrer, ya que esta figura tiene como único objetivo supervisar en todo momento el respeto que ya se le otorga por nuestra parte al toro".

En este sentido, desde la Federación adelantan: "Cuatro poblaciones que actualmente no autorizaban la celebración del bou embolat alegando un supuesto maltrato, lo harán el próximo año con la certeza de que les seguirán todas aquellas poblaciones que estos últimos años tampoco lo han autorizado ya que ningún cargo político debe dudar de la legitimidad y profesionalidad del veterinario".

Haber cerrado un nuevo año de récord en cuanto a festejos populares celebrados refuerza, según la Federación, "la postura que en su día tomamos respecto a no posicionar el bou al carrer y la Tauromaquia en general con una idea u organización política. Seguiremos buscando a todo aquel representante político, sea del partido que sea, que nos ofrezca credibilidad y apuesta de futuro respecto a la Tauromaquia".

Por último la Federación de Bous al Carrer señala que están trabajando, junto a la Universitat de València, en un estudio económico sobre la riqueza que los festejos populares proporcionan a la Comunidad Valenciana, además de la consolidación de la Ruta Turística del Bou al Carrer, un proyecto que en breve se dará a conocer.




miércoles, 13 de diciembre de 2017

Toro cuesta arriba

Ahí tenemos un toro con morfología a la antigua, montado pero, sobre todo, más alto de cruz que de ancas. Los toreros lo llaman "hecho cuesta arriba".



Desde luego, no sigue la tendencia que inició el ganadero Juan Pedro Domecq Díez seleccionando sementales por su estructura de remos delanteros cortos y cruz visible desde el punto en que el torero tiene que iniciar el lance de entrar a matar. Salió el 12 de diciembre, en la corrida monstruo de La Monumental organizada por el terremoto de 2017. Esto pudiera verse como señal de que en Méjico cuidan poco la crianza ganadera moderna (tampoco cuidan la colocación de la divisa).








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La Plaza Méjico



Así lucía la Plaza Mejico el 12 de diciembre de 2017, con motivo de la corrida monstruo a beneficio de las víctimas del terremoto de este año. La plaza estaba llena.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Las Ventas roza el millón de espectadores en 2017

La asistencia a los festejos taurinos celebrados en la plaza de toros de Las Ventas durante la recién terminada temporada 2017 rozó el millón de asistentes. En total, 973.214 espectadores han pasado por los tendidos del coso venteño en los 67 espectáculos programados teniendo en cuenta las corridas de toros, de rejones y las novilladas.

Respecto a los datos registrados en 2016, la asistencia ha subido un 18%.

Por tipo de festejo, la plaza ha presentado una media del 73% del aforo cubierto en las 40 corridas de toros celebradas; un 78% en las 5 corridas de rejones y un 39% en las 22 novilladas.

jueves, 26 de octubre de 2017

Fortuny 4: La Maestranza de Sevilla

El cuadro "La Maestranza de Sevilla", de Mariano Fortuny, es un óleo sobre lienzo de 95 cm x 74 cm. Fue pintado hacia 1870. Pertenece a una colección particular.

Fortuny visitó varias veces Sevilla y aprovechó para reflejar algunos de sus lugares más significados. No siguió la visión de los viajeros románticos sino que ofreció una vertiente más naturalista. En este cuadro vemos que atiende principalmente a la luz, destacando el amarillo de la arena. La plaza en aquel entonces estaba inacabada. Fortuny recoge la parte de los tendidos de sol y permite ver la Giralda.

Su pincelada, empastada, diluye los contornos y está en línea con los impresionistas franceses que aparecerían poco después.

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miércoles, 25 de octubre de 2017

La Tauromaquia, icono de España en el exterior

Los toros siguen siendo la imagen de España en el exterior.

Según el resultado de 2017 del Barómetro del Real Instituto Elcano sobre la Imagen de España los extranjeros asocian la Tauromaquia a nuestro país.

En esta oleada constatamos de nuevo que España ha dejado de estar asociada con la palabra “crisis” que aparecía ya de forma notoria en el BIE del 2015. Y comprobamos otra vez que, cuánto más lejano es un país, más peso tienen en la imagen de España el fútbol y todo los relacionado con los toros y el flamenco.

En EEUU, Chile, China, Japón, Italia y Turquía la primera imagen asociada a España es el toro (o “los toros”). En Alemania, Reino Unido y Francia, los países cuyos ciudadanos son los que con más frecuencia visitan España como turistas, el país aparece asociado básicamente a los elementos que componen su atractivo turístico: sol, playas, ciudades, fiesta, paella, etc., y los toros también se mencionan. En Italia, de donde procede mucho menos turismo hacia España, el elemento más mencionado es el de los toros y cuando se señalan atractivos turísticos el primero es el de las ciudades en lugar del sol y la playa, algo que la propia Italia tiene en abundancia.

En la encuesta también había una pregunta que cuestionaba sobre la “crueldad con toros” y en ningún país se mencionaba sobre ello, salvo un caso insignificante en Turquia y Alemania. Por tanto, contra el argumento de los antitaurinos, la imagen de la tauromaquia en el exterior tiene una buena valoración.

viernes, 6 de octubre de 2017

Paseíllo con la bandera española

Era en Algemesí el día 1 de octubre de 2017.



El novillero salmantino Marcos Pérez y su cuadrilla lucieron la bandera de España a modo de capote da paseo, en testimonio de su sentimiento nacional frente a las amenazas independentistas provenientes de Cataluña.

jueves, 21 de septiembre de 2017

Televisión Española y los toros

Esta es la nota de prensa emitida en su día tras el convenio entre TVE y el sector taurino.

Madrid. Miércoles, 22 de julio de 2015.

La Corporación RTVE, la Unión de Criadores de Toros de Lidia, la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos (ANOET), la Asociación de Jóvenes Empresarios Taurinos (ASOJET) y la Unión de Toreros han firmado este miércoles un convenio de colaboración para divulgar las actividades relacionadas con la tauromaquia a través de sus espacios y programas.

El acuerdo incluye la retransmisión de dos corridas de toros anuales de especial relevancia. El próximo 13 de agosto, desde San Sebastián, se emitirá la primera de abono de la Feria de Semana Grande donostiarra, con Enrique Ponce, José María Manzanares y Francisco Rivera ‘Paquirri’, quien ha asistido a la firma del convenio.

José Antonio Sánchez, presidente de RTVE; Carlos Núñez, de la Unión de Criadores de Toros de Lidia; Óscar Chopera, de ANOET; José María Garzón, de ASOJET; y Juan Diego, de la Unión de Toreros, han suscrito el acuerdo por el que la Corporación se compromete a incorporar en la programación de TVE, RNE y la web de RTVE contenidos y noticias relacionados con la tauromaquia que se produzcan durante las grandes ferias españolas y espectáculos taurinos de especial interés, así como a difundirlos en todo el mundo, gracias a TVE Internacional y Radio Exterior de España.

Además, RTVE se compromete a retransmitir dos corridas anuales "que por la calidad artística de los intervinientes, el rendimiento de las ganaderías y el prestigio de la plaza sean consideradas de especial relevancia”, según ha explicado José Antonio Sánchez, presidente de RTVE.

Sánchez ha señalado que este acuerdo "es la culminación de una tarea pendiente desde hace años”. También ha destacado que "satisface la demanda de los profesionales y de nuestra audiencia, y contribuye a la transmisión de los valores de una de las actividades culturales más importantes que representan a nuestro país”. Ha agradecido a los firmantes su colaboración y gestiones con los empresarios para permitir la retransmisión de los festejos.

Para José María Garzón, "volvemos a la casa de todos. Es el momento de ver la tauromaquia con normalidad, de darse cuenta de lo arraigada que está en nuestros pueblos”. El empresario también ha destacado la importancia de que los toros estén presentes en informativos y programas.

El convenio tiene una duración de dos años e incluye la creación de una comisión de seguimiento integrada por cuatro miembros, dos por cada parte, que velará por su adecuado cumplimiento.

Hasta aquí la nota de prensa. Ahora el comentario.

Un año más Televisión Española incumplirá su acuerdo televisivo como ya hizo en el año 2016 de retransmitir al menos dos corridas anuales en abierto. En 2016 sólo lo hizo con un festejo, el protagonizado en solitario por Miguel Ángel Perera en Albacete y en beneficio de ASPRONA.

En 2017, ninguna retrasmisión; estamos a mediados de septiembre y falta poco para que acabe la temporada.










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Real Maestranza: la plaza de toros más bonita del mundo

La plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla debe su inconfundible y armónica fisonomía a un largo e intermitente proceso constructivo iniciado en el siglo XVIII que aún permanece abierto y sometido a obras de mantenimiento y adecuación.

No hay que olvidar que se trata de un edificio vivo que sigue sirviendo exactamente para la misma función para la que empezó a ser construido hace más de dos siglos y medio en un paraje que evolucionó en torno a la plaza, convertida en eje del futuro urbanismo de la zona.

Conviene echar un vistazo a esa vista febril del Arenal retratada por Sánchez Coello en pleno siglo XVI que retrata el cerro de escombros –el llamado monte Baratillo– que estaba destinado a convertirse en la plaza de toros más bella del mundo. Pero aquel vertedero que se levantaba extramuros de la ciudad, en el corazón de un Arenal que aún servía de puerta a las Indias, sólo comenzó a tomar forma de efímero coso taurino en torno a 1730.

A partir de esa fecha, en virtud de un privilegio regio, la Real Maestranza de Caballería acomete la construcción de sucesivos y provisionales cosos de madera que tendrán su final en 1761. En esa fecha el cuerpo tomaría la decisión trascendental de levantar una plaza de obra definitiva pero el proceso sería largo y tortuoso y, de alguna manera, permanece abierto en pleno siglo XXI. Sin ir más lejos, el próximo Domingo de Resurrección se estrenará la restauración integral de los tejados, arquerías y columnas de las gradas pares de sombra. El pasado año ya se intervino en las impares y el proceso continuará hasta desmontar y volver a montar con precisión de cirujano la práctica totalidad de las arquerías del histórico edificio sin modificar un ápice su aspecto.

Tenemos que retornar al siglo XVIII, la centuria de las luces, para asistir a la construcción de las primeras ochavas del edificio, que no fue ajeno a los descubrimientos arqueológicos de la ciudad de Pompeya. La arquitectura de su anfiteatro y la terraza volada que servía de acceso a sus tribunas influyó en la planimetría de la futura plaza de la Real Maestranza. Es importante recordar un dato fundamental que refuerza esta tesis: gran parte de la oficialidad enviada por Carlos III a rescatar Nápoles en 1733 pertenecía a la Maestranza sevillana. Aquellas tropas tuvieron mucho que ver con el redescubrimiento de la ciudad y su anfiteatro. Los planos del coso sevillano fueron la consecuencia natural del hallazgo.

Las obras siguen con intermitencias pero la plaza aún dista mucho de adquirir su fisonomía definitiva. El balcón del Príncipe, clave maestra del edificio, se diseña en 1763 pero hay que esperar hasta 1849 para concluir los primitivos tendidos de piedra y sustituir algunas ochavas que permanecían construidas en madera. En cualquier caso, el cerramiento total del edificio se retrasaría aún, como veremos, hasta finales del siglo XIX.

En este punto conviene recalcar que la plaza de la Maestranza ha sabido adaptarse al signo de los tiempos sin perder ni un gramo de su esencia ni ser enmascarada con parches arquitectónicos en aras de una pretendida modernidad. El edificio no ha acusado las trascendentales reformas que ha soportado en sus casi dos siglos y medio de historia. Las sucesivas ampliaciones y mejoras de sus tendidos y dependencias no afectaron al alma de un monumento que debe las claves principales de su impronta a las intervenciones de los arquitectos Juan Talavera y Aníbal González que miraron hacia adentro –inspirándose en las claves constructivas del coso del Baratillo– para armonizar la plaza.

El primero concluyó el cerramiento total de la plaza en 1880, más de un siglo y medio después de que comenzaran las primeras obras dejando atrás esa impresionante imagen de los grabados románticos en los que la Catedral se asomaba rotunda sobre el ruedo inmenso.

Aníbal González, por su parte, mudó por completo su piel en 1914, construyendo sobre los rústicos y reducidos tendidos de piedra los actuales escaños de ladrillo que reconvirtieron el viejo corralón barroco en ágora regionalista y ampliaron notablemente el aforo. Se trataba de poner la plaza a punto para aquella trascendental Exposición Iberoamericana de 1929 que cambió para siempre el mapa de Sevilla.

El proceso constructivo había sido largo e intermitente, sometido a los vaivenes históricos y a la pujanza de la propia corporación nobiliaria que ni entonces ni ahora fue ajena a la adecuación a los tiempos que le ha tocado vivir sin renunciar a la esencia de su instituto y a sus propias tradiciones. Y aunque el coso del Baratillo había alcanzado el siglo XX como un edificio unitario y armónico, aquellos incómodos, estrechos y empinados tendidos de piedra decimonónicos no casaban con la transformación que se iba a operar en la ciudad en muy poco tiempo. La definitiva transformación de la plaza de la Maestranza hay que entenderla en ese caldo de cultivo. Ya ha pasado más de un siglo de esa decisión trascendental que reinterpretaría el viejo edificio barroco en un recinto regionalista bajo la batuta de un arquitecto sin el que no se podría entender la Sevilla moderna.

En cualquier caso, la reforma de Aníbal González forma parte de un empeño que había iniciado otro arquitecto, José Sáez y López, que fue el encargado de modificar las localidades de barrera tal y como las conocemos actualmente, con tres filas y un pasillo posterior que sirve de acceso al tendido. Para ello, tal y como aporta la catedrática María del Valle Gómez de Terreros, fue necesario achicar el ruedo y derribar las filas de sillones que había colocado Juan Talavera en 1877 en sustitución de los llamados cajones –una especie de pequeños palcos– que se adosaban a la primitiva contrabarrera. Esas obras, que iban a otorgar el aspecto ¿definitivo? a la plaza de la Real Maestranza de Caballería, comenzaron al finalizar la temporada de 1914 y se prolongaron hasta el mes de marzo del año siguiente.

Pero los antiguos tendidos de piedra no se derribaron. Se quedaron debajo del actual graderío de ladrillo. Es posible hacerse una idea de su fisonomía en los testigos que se abren junto a algunas de las puertas de acceso al ruedo. El viejo coso del Baratillo se sumaba desde ese momento a la plaza de España, a gran parte de los nuevos edificios de la burguesía sevillana y a la ciudad de la Exposición al compartir su nueva piel de ladrillo visto completada con el gusto por los oficios artísticos.

Durante el siglo XX, otras obras menores, además de frustrados proyectos de ampliación, se fueron sumando a estas dos intervenciones trascendentales que legaron la plaza que han conocido todas las generaciones de sevillanos vivos. Algunas de ellas tan recientes como la construcción de la nueva y ultramoderna enfermería que llevó aparejada la reapertura y reconstrucción de la antigua y cegada Puerta del Despejo para la temporada de 2007. El criterio respetuoso, de auténtica cirugía arquitectónica, hizo pasar inadvertida esta obra a muchos veteranos aficionados, como si la nueva puerta se hubiera mantenido desde siempre.

Después, sin solución de continuidad, llegó la reforma global de las antiguas gradas, culminada en 2011, que redujo el aforo de la plaza hasta las 10.500 localidades. Pero seguramente la reforma que mayor polvareda levantó en su momento fue la frustrada ampliación de las filas de barrera y la reducción del ruedo proyectada en 1989. Se trataba de ampliar la plaza de toros a costa de una nueva reducción del ruedo para crear tres flamantes filas de barrera. El proyecto, firmado por Aurelio Gómez de Terreros, estaba espoleado por la inminencia de otra exposición, la del 92, que multiplicó la programación taurina de la plaza. Habría que retroceder en el tiempo para recordar el tremendo revuelo mediático que causó el esbozo de ese proyecto truncado que no ha dejado de contar en el ánimo de la corporación.

Proceso constructivo

LAS PLAZAS DE MADERA
Los primeros cosos, realizados en madera, se levantaron en 1730 -de forma cuadrada-, 1733, 1749 y 1759. Este último coso pervivió mientras se construía la plaza de fábrica.

EL COSO DE FÁBRICA
En 1761 se decide construir una plaza de obra según proyecto de Francisco Sánchez de Aragón. En 1763 se aprueba el diseño de la Puerta y el Balcón del Príncipe y se idea el aspecto fundamental del edificio que ha llegado hasta nuestros días.

CERRAMIENTO
Después de muchas intermitencias se reinician las obras de la plaza en 1845 aunque hay que esperar hasta 1880 para contemplar el cerramiento total de la inconfundible arquería. El albero se había introducido en 1877.

LA EXPOSICIÓN DEL 29
Aníbal González acomete una profunda remodelación del edificio que supone forrar literalmente los antiguos tendidos de piedra por los actuales escaños de ladrillo visto.
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miércoles, 6 de septiembre de 2017

Jerezano y sus apoderados

“Los aficionados deben conocer mi relación con los apoderados, en especial con Antonio Ordóñez”


No había toreado con caballos todavía cuando alguien por primera vez se fija en Luis Parra como en un intento de relación cuasi profesional, y fue Ordóñez. Había un tentadero con veinte o treinta vacas utreras que Antonio había comprado a Atanasio Fernández y las probó en lo de Carlos Núñez. Estaban ese día cerca de treinta aficionados esperando; gritan “¡el siguiente aficionado!” y le toca. Esa vaca la había tentado Juan Jiménez El Trianero, un matador que no llegó a torear mucho pero era buen torero y mejor persona. La vaca estaba muy enrazada y tenía mucho motor; la citó de largo y le dio cuatro pases por alto y luego por la izquierda empieza a embestir y a embestir y le forma un lío. El tentadero terminó como si no hubiera pasado nada, pero para algunos sí había pasado. Luis y su amigo inseparable Garbanzo caminan de vuelta y, como empieza a llover, se quitan las alpargatas para que no se estropeen; prefieren ir descalzos. Los adelanta un coche de cuadrilla y se para a los cien metros. Garbanzo, es el maestro; corre, vamos a acercarnos. ¿Dónde vais? Vivimos en Jerez. Subid. Al llegar a la Barca de Vejer paran y Ordóñez dice a Garbanzo que se bajara allí y le avisara a los padres de Luis porque se iba con ellos, que al día siguiente había un tentadero. 

Se fueron a Valcargado. Al llegar, como en un cuarto de plancha había muchos capotes y muletas, se ofreció a coser los que estaban rotos. En la cocina le dieron un bocadillo y durmió en la gañanía, sobre un saco de paja. Por la mañana temprano el mayoral le ofrece un café y le encargan que lleve unos capotes y unas muletas, con palillos y ayudas, al coche. Vamos a lo de Rocío de la Cámara. Allí, después de tentar un macho, el tentadero se suspende por un problema de no sé qué. Vuelven a cargar los líos en el coche y, cuando Ordóñez enciende el motor, le dice adiós muchacho y se fue. Se quedó allí quieto y solo, preguntándose ¿qué he hecho yo, Dios mío, para que este hombre me haga esto?



¿Eso ya está grabando? Sí, maestro, usted siga a su forma, que yo lo escribiré a la mía.

El primero y mejor apoderado que tuvo fue Paco Ortega, primo hermano y mozo de espadas de Rafael Ortega. Era muy listo y muy buen aficionado. Mira si era aficionado que se hizo cargo de cuatro muchachos y a los cuatro hizo toreros; cogió primero a Luis, luego a Paquirri, a Riverita y finalmente a Ruiz Miguel. Aparte de aficionado, creía mucho en los toreros a los que representaba y eso es una de las bases que debe tener un apoderado.

En Jerez hubo una novillada, en la que el ganado no fue ni bueno ni malo y Luis no estuvo ni bien ni mal. Al día siguiente, pensando en que dentro de veinte días iba a haber una novillada en La Línea, Paco lo lleva a casa de Belmonte y, tras los saludos y prolegómenos, le preguntó qué le pareció Luis en la novillada. Bueno, la novillada no fue muy allá, pero Luis estuvo regular. Paco reaccionó preguntando Pepe ¿estabas en la novillada? Hombre ¿no te estoy diciendo? claro que estuve. Es que creo que no la has visto; tú has estado pero no lo has visto. No sabes los problemas que surgieron allí. Luis salió demasiado airoso del trance, por lo que creo que no te fijaste bien en cómo estuvo. Bueno, lo vi a mi forma, pero no he dicho que estuviera mal. La próxima vez fíjate en todos los detalles. Bueno, ¿qué, lo vas a poner en La Línea? El cartel no está rematado. Mira, como dentro de cuatro días torea en El Puerto una de García Barroso, hablamos después de lo de El Puerto.

Total, va a El Puerto y corta cuatro orejas y un rabo. Apenas habían llegado al hotel estaba Pepe llamando. Mira, que me acabo de enterar; enhorabuena. ¿No te lo dije, aunque tú eres profesional? A los toros hay que ir a ver los toreros y ponerle atención. Bueno, vamos a dejar eso; que te digo, Paco, que está puesto en La Línea ¿de acuerdo? En La Línea soltaron una de Bohórquez que era, más bien, una corrida; entonces no había guarismos. Los novillos salieron fuertes; a Rafaeli le dieron las del tigre y a Pacheco de San Roque lo volvieron loco. Él tuvo suerte y cortó otra vez cuatro orejas y un rabo; aquello fue su definitivo lanzamiento.

Paco creía tanto en él que llegaba a los sitios y lo transmitía, aunque luego, claro, había que reflejarlo en la plaza. El apoderado no debe guiarse sólo por el interés económico ni llevar a seis toreros; los apoderados tienen que serlo de un solo torero.

Había firmado con Ortega un contrato por tres años y llevaba ya dos años cuando, un día del año 62, se presentan en su casa Manolo Vázquez y Antonio Ordóñez. Era su segundo año con caballos, ya se había presentado en Madrid y había triunfado en Sevilla. Manolo le dice que Ordóñez ese año no va a torear y le gustaría estar con él y llevarle las cosas ¿Qué te parece? Interviene Antonio: ¿Cuánto tiempo te queda con Paco Ortega? Me comprometí por tres años y llevamos dos, así que me queda un año. Habla con él y mañana a las cuatro de la tarde nos vemos en el Banco de Vizcaya. Llama a Ortega y le da la novedad, comentándole que va a ser bueno para los dos. A mí no me parece bien, Luis; para mí no va a ser bueno y para ti, lo dudo. Pero si Ordóñez es quien manda en esto… No te hace falta Ordóñez; has pasado por dos exámenes, en Sevilla y en Madrid, y en los dos has salido airoso.



Al día siguiente se encuentran en el Banco de Vizcaya. Ordóñez habla. Paco, te queda un año con Luis; si no te importa me gustaría hacerme cargo de él. Sí que me importa, porque Luis es lo único que tengo ahora mismo, no tengo otro negocio. Antonio se echó para adelante. Si hay que dejar esto se deja (era como decir que si no lo hacemos te puedes ir preparando). Paco, consciente, se allanó. No, no hay problema; si hay que hacerlo se hace. ¿Qué hay que darte a ti para que éste se venga conmigo? Hombre, vamos a ponerle quinientas mil pesetas. Con ese dinero en aquella época se compraban cuatro pisos. Es mucho dinero, le quitarás algo. Hay por ahí algo de publicidad y algunas cosillas; si quieres, le quitamos diez o quince mil pesetas. Rellena y firma el talón por las cuatrocientas ochenta y cinco mil pesetas y, mirando a Luis, le pregunta ¿se lo doy? ¡Hombre, maestro, claro! Te advierto que esto lo vas a tener que pagar tú. Le da el talón a Paco.

Así Ordóñez se hizo cargo. Toreó cincuenta novilladas en el año 63, estando presente en todas las ferias de España; Zurito, El Pireo y Jerezano era el cartel repetido en todos los sitios. La alternativa se toma en Jerez. Acabada la temporada, firmaron treinta y siete corridas de toros para el año 64, con la idea de no llegar a las treinta y ocho, que significaba pasar al grupo especial, lo que implicaba muchísimos gastos.



El año anterior había conocido a la que hoy es su mujer y decidió casarse, pero no le dijo nada a nadie, ni siquiera a Antonio. Cuando éste se enteró, Pepe Ordóñez se presentó con una carta de su hermano, comunicando que la relación se había terminado. La respuesta fue que tu hermano vino a buscarme cuando no lo necesitaba y ahora lo necesito menos. Esa frase resultaría un puntillazo, sin darse cuenta.

Aquello iba a ser un nadar contra corriente. A un banderillero, el sevillano Juan Montaño, lo echó y hubo que pagarle cerca de veinte mil duros, más de ochenta novilladas. Estaba Luis acostumbrado a tomar responsabilidades pero lo que venía era una tormenta. Se quedó fuera de plazas en que era impensable se quedara fuera: La Línea (donde había ganado el trofeo Joselito y Manolete), Vitoria (donde había ganado el trofeo de la Virgen Blanca), Bilbao (donde había cuajado uno de los mejores toros cuajados en Bilbao), Bayona (donde en dos corridas había cortado siete orejas y un rabo).

Ordóñez toreaba en Badajoz y Luis decide ir allí a hablar con él. Las cosas las tengo mal, a ver si se arreglan. Bueno, ya veremos. Al año siguiente en Sevilla, en la feria, el rondeño toreó una corrida de Urquijo estando muy bien y fue al hotel a saludarlo. Se estaba cambiando y se hallaba presente Canorea. ¿Te parece bien que ponga a Luis en Ciudad Real? Lo mira y le dijo tú sabrás lo que haces, delante del propio Luis. Si eso decía en su cara qué no diría a su espalda. Todo aquello era como una losa; hizo esfuerzos pero no había forma de poder. Ahora sólo había catorce corridas, quince corridas y poco más.



Todo eso fue porque a su boda no lo invitó; no hubo otras causas. Era su vida particular, no su vida profesional, que es lo que él dirigía. No iba a preguntarle opinión a él sobre si se podía casar o no. Se casó con quien quiso y cuando quiso, porque, además, no había ninguna urgencia.

Aquel apoderamiento fue nefasto. En lo artístico le dio categoría, desde luego, porque hay una diferencia entre que te lleve Paco Ortega y que te lleve la máxima figura del toreo; le dio responsabilidad, pero Luis estaba acostumbrado a afrontar responsabilidades. En lo económico le afectó mucho, porque tuvo que pagar un dinero que además fue un capricho del otro. Cuando le entregó el talón le dijo que lo tenía que pagar; eso se dice antes pero no cuando está todo rematado. Estuvo todo el año toreando para pagar aquello.

El apoderamiento de Ordóñez duró dos años, el 63 y el 64. Hubo mucho contraste entre la convivencia durante el apoderamiento y el desenlace final. Estar temporadas con la familia en la casa, en el cortijo (donde jugueteaba con la niña Carmina), todo eso era cosa de Carmen, que era una gran mujer; le quería mucho, como si fuera su hijo. Mientras, él no le daba confianza ni le aconsejaba. Ordóñez fue un grandioso torero y no volverá a nacer otro mejor que él, pero personalmente y como apoderado no funcionaba, y se vio cuando luego llevó a otros toreros.

Un día, en Madrid, en vísperas de torear en Barcelona, recibe la invitación de Carmen para comer en casa del matrimonio. Estaban empezando la sopa de pescado y ella le anima. Luisillo, vamos a ver si tenemos mañana suerte en Barcelona. Él interrumpió, soltando y que no la tenga, que verá. Fue un mazazo. Le dolió tanto, y más estando la señora al lado, que casi se le saltaron las lágrimas. Por respeto a la señora se calló, no se levantó de la mesa y se marchó. ¿Qué pasó en Barcelona? le tocaron en un toro dos avisos (los dos únicos avisos de su vida) y le dio todo igual; le importaba un comino tirar todo por la borda, estaba loco por que aquello terminara. Cuando llegó al hotel estaba allí Fermín Bohórquez y entró en la habitación; le puso la mano en el hombro y le dijo mañana verás cómo en Valencia vamos a estar bien.



Cuando le llegó Pepe con la carta, diciendo que se había terminado la relación, pensaba que le había tocado la lotería, pero, claro, no sabía lo que le venía luego. Se quedó fuera de San Isidro. Tres o cuatro años después pasó lo de Madrid, con las dos orejas al victorino, y sin embargo no tuvo la repercusión que se podía esperar. Tuvo que ir a Vistalegre y torear cuatro tardes más en Madrid pero fuera de San Isidro. Las personas tienen un límite y llega el momento en que se tira la toalla.

Vamos a recopilar. Se me ocurre plantearle dos cuestiones. La primera, maestro, es si la razón por la que Ordóñez viene a su casa es que ya adivina que usted va para primera figura. No creo que fuera eso; pienso que la razón fue otra. Empecé a torear con caballos y me presenté en Madrid cortando una oreja a una novillada de él; después toreé una de Galache, donde no los maté y perdí la puerta grande. En una feria toreé dos novilladas; corté tres orejas en la primera y en la segunda estaba allí y le brindo, a lo que me contesta: muchacho, toréalo más despacito, que va con la cara arriba. Al final de la novillada Paco Ortega me comunica que Ordóñez le acaba de decir que Flores Camará está detrás de nosotros (como aconsejando que tenga cuidado Paco). Es decir, Ordóñez se entera y decide que antes de que me coja Camará me coge él, duelo entre mandamases.

La segunda cuestión es si sería que él quería quitarse de en medio a un serio competidor, controlándolo. No, él no podía temer mi competencia. Competí con todos, con Viti, Camino… Pero referente a él, yo pensaba que era mejor que yo. Una vez en Valcargado vi que el mayoral traía un toro hacia la plaza y me explica que el maestro ha mandado encerrarlo. Fuimos allá y nada más salir el toro se pone ese tío a pegarle pases y le forma una pelotera. Se viene al burladero y me tira la muleta a la cara. Ahora a ver si eres capaz de estar mejor que yo. El toro en verdad no era bueno ya y él había estado por encima. Cogí la muleta y me dije que era mejor que yo pero mientras tuviera una gota de sangre de allí no me movía. El toro me cogió dos veces y seguía aunque con la segunda no podía respirar. La señora, viendo que me iba a dejar matar sin moverme de allí, gritó: Luisillo, ¿qué pasa, que te vas a enfadar con el maestro? Deja el toro. Anda, Sebastián, dale puerta al toro.

Termina de perfilar aquella relación. Estábamos ese mismo invierno en lo de Aparicio tentando. Las vacas no salieron buenas. Luego, mientras se entretienen tomando en la casa una copa, me dice Antonio que Aparicio le ha comentado que no le he gustado. Mi respuesta: es problema suyo. A los pocos días llegó el festival del Obispo en Málaga y toreé con los dos. A mi primero le corté las dos orejas y al empezar la vuelta me quedé un momento parado mirando a Aparicio con las orejas en alto. El segundo me pegó doce volteretas; si lo mato le corto el rabo. Eso es lo que puedo contar.



Aparece al poco José María Recondo, navarro que se dedicaba a montar plazas portátiles. Se empeñó en apoderarlo y lo llevó dos veces a Pamplona el mismo año, en San Fermín y después de San Fermín. Torearía unas quince corridas. Fueron a Ejea de los Caballeros y cuando Garbanzo va a cobrar le dicen que no había suficiente dinero y faltaban doscientas pesetas. Luis llamó por teléfono a José María para preguntarle. No te preocupes, que eso lo pongo yo. No, no vas a poner nada, porque a partir de ahora ya no me apoderas. No me ha faltado dinero nunca, ni cuando era becerrista ¿me va a faltar ahora, de matador?

Después entró en escena Curro Chaves, que era un picador de Sevilla. Apoderaba a Oliva, a Palmeño y a Antonio Ignacio Vargas. Vas a torear en San Roque. ¿Qué dinero? Te van a dar cincuenta mil pesetas. Por menos de cien mil no toreo. Sólo quería sumar corridas. Hubo que cortar.

Luego le apoderó Manuel del Pozo Rayito, uno que fue matador de toros de la época de Manolete. El apoderamiento empezó en Méjico. Al año siguiente, el día del victorino él se fue a Nimes con Lomelín. No le gustó que le dejara solo en Madrid. Aquello también se cortó.

Finalmente le apoderaron Canorea y Barrilaro, que estaban peleados con la empresa de Madrid. No llegó al año. Les dijo que tenía que cobrar treinta mil duros por corrida. Siempre se quedaba dinero atrás; le debían de atrasos setecientas mil pesetas. Un día en El Puerto le encargó al mozo de espadas que fuera a pedirlo. Dicen que no pueden dar ese dinero ahora. O te lo dan o voy yo. Canorea le dice por la noche, en el hotel, que se podría haber dado de otra forma; remata si te pongo alguna vez será porque me hace mucha falta. La contestación vino directa. A mí no me hace falta.

Llamó personalmente a don Livinio y le comunicó que había terminado con estos señores. Ah ¿sí?, pues el domingo que viene estás puesto en Madrid. Con don Livinio su relación era directa y personal, porque le quería mucho. Después de dejar a Canorea y Barrilaro a mitad de temporada toreó por su cuenta cinco corridas en Madrid el mismo año.



Con Balaña tuvo que aguantar que le dejara dos años sin torear en sus plazas, Jerez, Barcelona, Palma y otras. Tuvo en julio una corrida en Jerez con seis toros de José Domecq de la Riva; salió malísima y cortó tres orejas. A partir de ahí vinieron esos dos años, y un día en Sevilla le dijo todo lo que pensaba. Luego le atendió, porque le dijo que era padre de familia y le puso en Barcelona; fue con una corrida de Camaligera, más mala…, que no se pudo ni picar y con el público montado en escándalo. Por la noche fue a la oficina a hablar con el empresario pero no estaba. Al llegar a Jerez su mujer le dijo que había llamado don Pedro. Lo llama y le dice que en esa corrida ni El Espartero hubiera estado con más dignidad. Le contestó que lo comprendía y que en compensación le iba a poner al domingo siguiente en Palma con una corrida de lujo, junto a Limeño y Palomo; allí le salió un ganado que era más propio de una novillada sin caballos. Luego ya quedaba la corrida en Jerez, el año 1978, la del cartel con Manzanares y Galloso, en la que le puso con ganado de Juan Pedro. Ese día no estuvo bien y ahí fue la retirada.

Bastantes años después, Luis Parra apoderó a Salvador Barberán, novillero de Algeciras. Fue a lo de Aparicio y se lo presentó. Le puso la mano en el hombro y le dijo: Hazle caso de lo que te diga porque aparte de gran persona es un gran torero. Terminamos fijándonos en las dos cuestiones que le planteé. ¿Ordóñez le apoderó porque veía en él a la figura que le sucedería? Con humildad, piensa que no, que sólo fue por competir con Camará. ¿Lo defenestró porque temía su competencia? Con más humildad, reconoce que como Ordóñez no había nadie. Lo que digo es que voy a invertir la frase de Aparicio. Maestro, usted aparte de un gran torero es una gran persona.



















martes, 29 de agosto de 2017

Aniversario de la muerte de Manolete

El 29 de agosto de 1947 Manuel Rodríguez Manolete murió en Linares, tras ser cogido por el toro "Islero" de Miura. Esa temporada tenía firmadas 74 corridas, de las que sólo toreó 21, habiendo perdido, por causa del percance que sufrió en la corrida de Beneficencia de Madrid, ocho actuaciones, a saber, tres en la feria de Valencia y una en cada una de las ciudades siguientes: El Puerto de Santa María (20 de julio), Tudela (25 de julio), Barcelona (27 de julio), La Coruña (2 de agosto) y Santander (3 de agosto). Había cortado 28 orejas, 7 rabos y 1 pata.

En total, a lo largo de su carrera, Manolete toreó 509 corridas: 448 en España, 38 en Méjico, 10 en Perú, 7 en Portugal, 4 en Colombia y 2 en Venezuela.

martes, 15 de agosto de 2017

El Juli: un rabo en El Puerto



El 13 de agosto de 2017 Julián Líoez El Juli cortó cinco orejas y un rabo ante toros de Santiago Domecq, en mano a mano con Morante de la Puebla.









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sábado, 12 de agosto de 2017

jueves, 13 de julio de 2017

Salvador Viniegra: La plegaria del torero

Salvador Viniegra nació en Cádiz el año 1862. Fue subdirector del Museo del Prado.



El cuadro "La plegaria del torero" es un óleo de 71x101 cms.




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martes, 4 de julio de 2017

Cien años del nacimiento de Manolete

El 4 de julio de 1917 Manuel Rodríguez "Manolete" nació en Córdoba. Debutó con picadores en Cabra el año 1931. Tomó la alternativa en Sevilla el 2 de julio de 1939 de manos de Manuel Jiménez Chuicuelo y con Gitanillo de Triana de testigo, ante toros de Clemente Tassara. Confirmó la alternativa en Las Ventas el 12 de octubre de 1939 con Marcial Lalanda de padrino y Juan Belmonte Campoy de testigo, ante toros de Antonio Pérez.

Conmemoremos el centenario de su nacimiento visionando las escasas imágenes que se grabaron cuando la faena al toro "Ratón", de Pinto Barreiros, en la plaza de Las Ventas el 6 de julio de 1944. Esa faena es considerada como la mejor de toda la carrera del Monstruo.



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viernes, 30 de junio de 2017

Ángel Teruel, a los cincuenta años de su alternativa

El torero Ángel Teruel nació en Madrid el 20 de febrero de 1950. Tomó la alternativa en Burgos el 30 de junio de 1967.



Fue prototipo de torero elegante. Al cumplirse cincuenta años de su alternativa, estas imágenes nos descubren algo cómo era su toreo.

jueves, 15 de junio de 2017

San Isidro deja una huella económica de 73 millones

Hay un sector que ha crecido más del 10% en Madrid en el mes de mayo. Y no, no es el alquiler turístico. Son los toros.

El impacto económico de San Isidro se ha disparado este año un 11%, gracias a la renovada pujanza turística de la feria y al aumento del gasto de los clientes nacionales. El ciclo taurino más importante del mundo, en el que Las Ventas acoge 32 festejos consecutivos, dejará este año una huella económica de 72,8 millones de euros, según un informe de la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos (Anoet), que ha adelantado el diario Expasión.

La maratón isidril se traducirá en unas ventas de entradas muy superiores a las 600.000 unidades, incluso llegando a superar las 630.000, según las previsiones de la empresa gestora de Las Ventas, Plaza 1. El 66% de los clientes de la plaza son de la Comunidad de Madrid; el 30%, del resto de España; y el 4%, extranjeros que aprovechan su visita a la capital para acudir a una o varias corridas de toros. A éstos habría que sumarles los 80.000 visitantes del tour guiado por la plaza. No en vano, Las Ventas es el sexto monumento más visitado de Madrid y mayo es el segundo mes con mayor ocupación hotelera de la capital.

La hostelería, en particular, y el turismo, en general, son los principales beneficiarios de la enorme huella crematística que deja San Isidro. 46,8 millones -dos tercios de lo que se genera- repercuten de forma indirecta e inducida en los sectores que abastecen la gran demanda de aficionados taurinos. La división es la siguiente: 24,5 millones, en restauración; 16,5, en alojamientos; tres en transportes y 0,5 en otros sectores de actividad. Los efectos directos -fundamentalmente, la taquilla y los derechos televisivos- ascienden a 26 millones de euros.Hay que recordar que la tauromaquia tiene un impacto económico bruto anual de 414 millones en la Comunidad de Madrid y de más de 3.600 en toda España, según los datos de Anoet.

Los 72,8 millones de San Isidro suponen un aumento del 15,5% con respecto a 63 millones de 2016, si bien el año pasado se celebró un festejo menos, lo cual ajusta el incremento al citado 11%. Además, hay que tener en cuenta que Plaza 1 paga un canon de 2,8 millones de euros por gestionar el coso (sí, es el sector taurino el que paga dinero a la Administración Pública por poder desarrollar su actividad cultural, y no al contrario). El 75% de esta cantidad tiene su razón de ser en San Isidro, por lo que la huella crematística global de la feria ascendería en realidad a 75 millones de euros.

Varios factores explican la mejoría del Producto Interior Bravo de la feria de San Isidro. "En primer lugar, porque hay un mayor porcentaje de turistas, tanto foráneos como nacionales", explica la autora del informe, Mar Gutiérrez, secretaria general técnica de Anoet. "Los packs turísticos de Nautalia Viajes [gestora de la plaza, al 50% con Simon Casas Production] han ayudado, pero el incremento se debe, sobre todo, a que el turismo, en general, está subiendo", agrega. "Además, la mejoría de las expectativas macroeconómicas ha propiciado un aumento del gasto", tanto en los aficionados españoles como en los foráneos, explica Gutiérrez.

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sábado, 10 de junio de 2017

Pablo Picasso 9: Matador





"Matador" es un óleo sobre lienzo de 145,5 x 114 cm.
Pablo Picasso pintó este cuadro en 1970. Se conserva en el Musée Picasso, de París (Francia).


lunes, 22 de mayo de 2017

Joselito ¿por qué ...?



¿Quién te había de llorar
Joselito, en primavera?
¿Por qué fuiste a torear
y a morir en Talavera?
¿Quién te había de llorar?

Cuatro blandones había
y cuatro banderilleros,
llorando en la enfermería
a la flor de los toreros.
¡Cuatro blandones había!

..........Sánchez Mazas

Gonzalo de Berceo: De los Milagros de Nuestra Señora

"Entró enna bodega un día por ventura,
bebió mucho del vino, esto fa sin mesura:
embeodóse el loco, issió de su cordura,
yogó hasta las viésperas sobre la tierra dura
........................................................
quísoli el diablo zancajada poner,
......................................................
En figura de toro qe es escalentado
cavando con los piedes el cejo demudado,
con fiera cornadura sannoso e irado,
paróseli delante el traïdor provado,

Faciéli gestos malos la cosa diablada,
qe li metrié los cuernos por media la corada;
prisa el omne bueno muy mala espantada,
mas valió-l Gloriosa Reina coronada.

Vino sancta María con ábito onrrado,
tal qe de omne vivo non serié apreciado;
metióselis en medio a él e al Pecado
el toro tan superbio fue luego amansado.

Miguel Hernández 5: Corrida real

Corrida real (silvas)

Cartel

Gabriel de las imprentas:
yedra cuadrangular de las esquinas,
cuelga, anuncia sonrisas presidentas,
situaciones taurinas.
Un sol de propaganda, el sol posible
nada más, asegura,
jura para tal día.
Y un toro de pintura,
el más viudo y varonil terrible
que halló el pintor en su ganadería,
a un sombrero amenaza,
del gozo espectador seña presunta,
con una doble punta
de cornadas que nunca desenlaza.

Plaza

Corro de arena: noria
de sangre horizontal y concurrencia
de anillos: sí, ¡victoria!
de la circunferencia.
Palcos: marzos lluviosos de mantones
nutridos de belleza deseada.
Acometividad de los tendidos:
por las curvas, si no por los silbidos,
humanos culebrones
ordenan su inquietud de grada en grada.
Sol y sombra en el ojo y el asiento:
avispas de momento.
A los toriles, toros,
al torero le exigen el portento
y caballos de más al as de oros.

Toro

Copiosa de azagayas,
provisión de furores,
urgentes tras los cuernos,
recomiendan clarines
a una arena sin playas,
era de resplandores
con parva de carmines
manejables y alternos.

Toro y caballos

Si las peinas elevan las mantillas,
si las mantillas damas,
si las damas elevan -¡banderillas!-
las masculinas bramas,
el negro toro, luto articulado
y tumba de la espada,
caballos sólo ciegos por el lado
por que habrán de morir, y picadores,
hacen casi celestes, si las varas
sus obstinados carmesís mayores.

Toro y banderillero

Pródigas en papeles, pero avaras
en longitud y acero,
la presencia corriente del arquero
citan, si su atención anteriormente,
verdes prolongaciones y amarillas.
Pero el banderillero,
gracia, sexo patente,
si lo busca de frente,
en primorosos lances
curvo, para evitar rectos percances,
de pronto lo rehúsa,
palco de banderillas,
que martrimonia en conjunción confusa.

Toro y peón

Huyendo de las cóleras mortales,
sin temor a lucir su mucho miedo,
tablas para el peligro pide al ruedo,
redondos salvavidas terrenales;
mientras el toro alza
la que su frente calza
aviesa media vuelta
más caliente, más pita y más esbelta.

Toro y torero

Profesando bravura sale y pisa
graciosidad su planta: verso 70
la luz por indumento, por sonrisa
la beldad fulminante que abrillanta.
Sol se ciega al mirarlo. Galeote
de su ciencia, su mano y su capote,
fluye el toro detrás de sus marfiles. verso 75
Concurren situaciones bellas miles
en un solo minuto
de valor, que induciendo está a peones
a la temeridad como tributo
de sus intervenciones. verso 80
Se arrodilla, implorante valentía,
y como al caracol, el cuerno toca
a éste, que en su existencia lo hundiría
como en su acordeón los caracoles.
La sorda guerra su actitud provoca verso 85
de la fotografía.
Puede ser sonreir, en ese instante
crítico, un devaneo;
un trágico desplante,
-¡ay, temeraria luz, no te atortoles!-, verso 90
hacer demostraciones de un deseo.
Heroicidad ya tanta,
música necesita:
y la pide la múltiple garganta,
y el juzgador balcón las facilita. verso 95
Muertes intenta el toro, el asta intenta
recoger lo que sobra de valiente
al macho en abundancia.
¡Ya! casi experimenta
heridas el lugar sobresaliente verso 100
de aquel sobresaliente de arrogancia.
¡Ya! va a hacerlo divino.
¡Ya! en el tambor de arena el drama bate...
Mas no: que por ser fiel a su destino,
el toro está queriendo que él lo mate. verso 105
Enterrador de acero,
sepulta en grana el arma de su gloria,
tan de una vez certero
que el toro, sin dudar en su agonía,
le da para señal de su victoria verso 110
el miembro que aventó moscas undía,
mientras su muerte arrastran cascabeles.
-¡Se ha realizado! el sol que prometía
el pintor, si la empresa, en los carteles.

(De "Primitivo silbo vulnerado")

Comentario del poema final

Versos 69-80. La hermosa figura del torero salta al ruedo, vestido con traje de luces ("la luz por indumento", verso 71); y su bella sonrisa despide tales destellos -junto a los que emite la indumentaria-, que su luminosidad es más intensa que la del sol, hasta el extremo de cegar a éste (verso 73, que incluye una hipérbole de clara factura gongorina; recuérdense los primeros versos del célebre soneto de Góngora en el que trata el tema del carpe diem: "Mientras por competir con tu cabello / oro bruñido al sol relumbra en vano;"). Al llamar "galeote" al torero (versos 73, 74: "Galeote / de su ciencia, su mano y su capote,"), Hernández emplea una bella imagen para significar que el torero ha de gobernar obligatoriamente el arte de la tauromaquia (téngase presente que el vocablo "galeote" significa "el que remaba forzado en las galeras"). El verso 75 ("fluye el toro detrás de sus marfiles.") contiene una sinécdoque, por medio de la cual se designa una cosa -los cuernos- con el nombre de la materia de que está formada -"marfiles"-, vocablo que, a su vez, ennoblece dicha materia, ya que los cuernos son de materia ósea). La silva concluye aludiendo a la belleza de los arriesgados lances de la lidia, en los que el torero da muestras de tal valentía que obliga a los peones a estar al quite, corriendo similares peligros que el diestro ante las acometidas del toro.

Versos 81-91. Arranca la segunda silva con una compleja combinación de metáforas: "Se arrodilla, implorante valentía, / y como el caracol, el cuerno toca / a éste, que a su existencia lo hundiría / como en su acordeón los caracoles." (versos 81-84); metáforas cuyo sentido podría ser el siguiente: puesto arriesgadamente de rodillas -"implorante valentía"-, el torero toca el cuerno del toro, cuerno que le recuerda el del caracol; el toro, por su parte, desea clavarle el cuerno al torero en lo más íntimo y profundo de su ser, tal y como hacen los caracoles cuando esconden en la concha los cuernos; concha imaginativamente vista por el poeta como una acordeón, gracias al parecido que existe entre los fuelles de este instrumento musical y las espirales de dicha concha. Los dos versos siguientes contienen un violento hiperbaton que altera el orden de los vocablos: "La sorda guerra su actitud provoca / de la fotografía." (versos 85-86); ya que el orden lógico de las palabras en la frase sería este: "Su actitud provoca la sorda guerra de la fotografía"; es decir: los fotógrafos se disputan -disputa encarnada en la metáfora "sorda guerra"- el honor de inmortalizar las mejores y más arriesgadas imágenes de la lucha entre toro y torero. La estrofa finaliza con la recomendación al torero por parte del poeta de que en los momentos de máximo riesgo, que es cuando más desea agradar al público dando muestras de mayor arrojo, no se acobarde ("-¡ay, temeraria luz, no te atortoles!-"; verso 90).

Versos 92-95. El contenido de estos versos es relativamente simple: el público solicita que suene la música para premiar la valiente faena que viene realizando el torero, y quien preside la corrida concede la corespondiente autorización. Pero para expresarlo, Henández recurre a una compleja combinación de metáforas y sinécdoques; y así, la expresión "múltiple garganta" es un curioso tropo que participa, a la vez, de la metáfora y de la sinécdoque: la alusión metafórica al público se ve reforzada con el empleo del singular -en vez del plural- para referirse al griterío de los espectadores que reclaman que suene la música. Y con una nueva sinécdoque -"balcón"- alude Hernández al presidente de la corrida: él es quien ha de autorizar que la música suene cuando lo pida la "múltiple garganta", es decir, las voces de la gente.

Versos 96-105. El torero se arrima cada vez más al toro, ejecutando arriesgados pases y dando muestras de un extraordinario valor que pone en riesgo su vida, en tanto que el toro intenta inútilmente acornearle en aquella zona corporal en la que el torero exhibe su masculinidad. Adviértase el valor polisémico de la palabra sobresaliente con la que el poeta se refiere, sucesivamente, al lugar en que sobresalen los atributos masculinos del torero (versos 99-100: "¡Ya! casi experimenta heridas / el lugar sobresaliente") y al propio diestro (verso 101: "sobresaliente de arrogancia", sutil metáfora que presenta la hombría del torero en toda su magnitud). Sobre el ruedo se barrunta la tragedia: la arena de la plaza es como un tambor, y el drama que en ella se está representando -la lucha entre torero y toro- es como el tamborilero que lo bate (verso 103). No obstante, se va a cumplir el ritual, y la corrida va a terminar en la forma prevista: el trágico destino del toro de lidia se realiza sin remisión, y es estoqueado en la plaza pagando con su vida la nobleza de su casta (versos 104-105).

Versos 106-112. Nuevamente, una concatenación de metáforas y sinécdoques le sirve al poeta para expresar los momentos postreros de la lidia: el torero es "enterrador de acero" (verso 106) porque sepulta su espada -sinécdoque de la materia por la obra: el acero, por la espada-, es decir, "el arma de su gloria" (verso 107) en lo más profundo del cuerpo del toro (verso 107, en el que con la metáfora "grana" se alude a la sangre); al rabo del toro -trofeo que recibe el torero como premio a su valiente faena- se alude metafóricamente con el verso 111: "el miembro que aventó moscas un día,", en un audaz cambio del tono "heroico" por el humorístico; y con otra sinécdoque -de la parte por el todo: "cascabeles", verso 112) se hace referencia a las mulillas, adornadas precisamente con cascabeles: "mientras su muerte arrastran cascabeles.", verso que encierra, además, una antítesis en la que se contrapone la tristeza por la muerte del toro con la alegría que trae al ambiente el sonido de los cascabeles.

Versos 113-114. El humor vuelve a estar, en cierto modo, presente en los dos útimos versos, con los que el poeta remata un poema que podría haberse dado por concluido con el vocablo "cascabeles" del verso anterior; y es que la fiesta ha tenido el sol -y la gracia y la belleza- que un pintor expresó en el cartel anunciador de la corrida: "-¡Se ha realizado! el sol que prometía / el pintor, si la empresa, en los carteles".

Miguel Hernández 4: Octavas

Toro:

¡A la gloria, a la gloria toreadores!
La hora es de mi luna menos cuarto.
Émulos imprudentes del lagarto,
magnificáos el lomo de colores.
Por el arco, contra los picadores,
del cuerno, flecha, a dispararme parto.
A la gloria, si yo antes no os ancoro
­golfo de arena­ en mis bigotes de oro.

Torero:

Por el lugar mejor de tu persona,
donde capullo tórnase la seda,
fiel de tu peso alternativo queda,
y de liras el alma te corona.
¡Ya te lunaste! Y cuanto más se encona,
más. Y más te hace eje de la rueda
de arena, que desprecia mientras junta
todo tu oro desde punta a punta.

Miguel Hernández 3: Citación fatal

Se citaron los dos para en la plaza
tal día, y a tal hora, y en tal suerte:
una vida de muerte
y una muerte de raza.

Dentro del ruedo, un sol que daba pena,
se hacía más redondo y amarillo
en la inquietud inmóvil de la arena
con Dios alrededor, perfecto anillo.

Fuera, arriba, en el palco y en la grada,
deseos con mantillas.
Salió la muerte astada,
palco de banderillas.

(Había hecho antes,
a lo sutil, lo primoroso y fino,
el clarín sus galleos más brillantes,
verdadera y fatalmente divino.)

Vino la muerte del chiquero: vino
de la valla, de Dios, hasta su encuentro
la vida entre la luz, su indumentaria;
y las dos se pararon en el centro,
ante la una mortal, la otra estatuaria.

Comenzó el juego, expuesto
por una y otra parte...
La vida se libraba, ¡con qué gesto!,
de morir, ¡con qué arte!

Pero una vez –había de ser una–
es copada la vida por la muerte
y se desafortuna
la burla, y en tragedia se convierte

Morir es una suerte
como vivir: ¡de qué!, ¡de qué manera!
supiste ejecutarla y el berrendo.
Tu muerte fue vivida a la torera,
lo mismo que tu vida fue muriendo.

No: a ti no te distrajo,
el tendido vicioso e iracundo,
el difícil trabajo
de ir a Dios por la muerte y por el mundo.

Tu atención sólo han sido toro y ruedo;
tu vocación, el cuerno fulminante.
Con el valor sublime de tu miedo,
el valor más gigante,
la esperabas de mármol elegante.

Te dedicaste al hueso más avieso,
que te ha dejado a ti en el puro hueso,
y eres el colmo ya de la finura.
Mas ¿qué importa? que acabes... ¿No acabamos?
todos, aquí, criatura,
allí en el sitio donde Todo empieza.
Total, total, ¡total!: di: ¿no tocamos?
a muerte, a infierno, a gloria por cabeza.

Quisiera yo, Mejías,
a quien el hueso y cuerno
ha hecho estatua, cayado, paz, eterno,
esperar y mirar, cual tú solías,
a la muerte: ¡de cara!,
con un valor que era un temor interno
de que no te matara.

Quisiera el desgobierno
de la carne, vidriera delicada,
la manifestación del hueso fuerte.
Estoy queriendo, y temo la cornada
de tu momento, muerte.

Espero, a pie parado,
el ser, cuando Dios quiera, despenado,
con la vida de miedo medio muerta.
Que en ese cuando, amigo,
alguien diga por mí lo que yo digo
por ti con voz serena que aparento:
San Pedro, ¡abre! la puerta:
abre los brazos, Dios, y dale asiento.

jueves, 11 de mayo de 2017

Benito Pérez Galdós

«Subsistirán las corridas de toros mientras exista en el alma española este anhelo de lo pintoresco, del espectáculo brillante y movido, esta apreciación del color y esta propensión a la alegría. El día que no haya toros los españoles tendrán que inventarlos».

miércoles, 10 de mayo de 2017

Miguel Hernández 2: Llamo al toro de España

Alza, toro de España: levántate, despierta.
Despiértate del todo, toro de negra espuma,
que respiras la luz y rezumas la sombra,
y concentras los mares bajo tu piel cerrada.

Despiértate.

Despiértate del todo, que te veo dormido,
un pedazo del pecho y otro de la cabeza:
que aún no te has despertado como despierta un toro
cuando se le acomete con traiciones lobunas.

Levántate.

Resopla tu poder, despliega tu esqueleto,
enarbola tu frente con las rotundas hachas,
con las dos herramientas de asustar a los astros,
de amenazar al cielo con astas de tragedia.

Esgrímete.

Toro en la primavera más toro que otras veces,
en España más toro, toro, que en otras partes.
Más cálido que nunca, más volcánico, toro,
que irradias, que iluminas al fuego, yérguete.

Desencadénate.

Desencadena el raudo corazón que te orienta
por las plazas de España, sobre su astral arena.
A desollarte vivo vienen lobos y águilas
que han envidiado siempre tu hermosura de pueblo.

Yérguete.

No te van a castrar: no dejarás que llegue
hasta tus atributos de varón abundante
esa mano felina que pretende arrancártelos
de cuajo, impunemente: pataléalos, toro.

Víbrate.

No te van a absorber la sangre de riqueza,
no te arrebatarán los ojos minerales.
La piel donde recoge resplandor el lucero
no arrancarán del toro de torrencial mercurio.

Revuélvete.

Es como si quisieran arrancar la piel al sol,
al torrente la espuma con uña y picotazo.
No te van a castrar, poder tan masculino
que fecundas la piedra; no te van a castrar.

Truénate.

No retrocede el toro: no da un paso hacia atrás
si no es para escarbar sangre y furia en la arena,
unir todas sus fuerzas, y desde las pezuñas
abalanzarse luego con decisión de rayo.

Abalánzate.

Gran toro que en el bronce y en la piedra has mamado,
y en el granito fiero paciste la fiereza:
revuélvete en el alma de todos los que han visto
la luz primera en esta península ultrajada.

Revuélvete.

Partido en dos pedazos, este toro de siglos,
este toro que dentro de nosotros habita:
partido en dos mitades, con una mataría
y con la otra mitad moriría luchando.

Atorbellínate.

De la airada cabeza que fortalece el mundo,
del cuello como un bloque de titanes en marcha,
brotará la victoria como un ancho bramido
que hará sangrar al mármol y sonar a la arena.

Sálvate.

Despierta, toro: esgrime, desencadena, víbrate.
Levanta, toro: truena, toro, abalánzate.
Atorbellínate, toro: revuélvete.
Sálvate, denso toro de emoción y de España.

Sálvate.

jueves, 6 de abril de 2017

Buster Keaton

Buster Keaton: "Lo real, lo castizo y lo típico de España es la orla del torero que ha hecho un arte alegre y colorista de la tragedia".

Buster Keaton en los toros



El actor de cine mudo Buster Keaton en la plaza de toros de Toledo el año 1930, acompañado por el actor Gilbert Roland.

domingo, 2 de abril de 2017

Zuloaga 3: La familia del torero gitano



"La familia del torero gitano" es un óleo sobre lienzo pintado por Ignacio Zuloaga en 1903. Pertenece a The Hispanic Society of America (fundada por Archer Milton Huntington) y se encuentra en Nueva York.

sábado, 11 de marzo de 2017

Vitoria: toros sin dinero y dinero sin toros

El alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, ha vuelto a ejecutar un acto de cinismo contra sus ciudadanos despilfarrando 30.000 euros en organizar actos para cubrir el hueco en la plaza de toros de la Feria taurina que él mismo se cargó y que salía rentable a la ciudad –no olvidemos que tenía un canon de 30.000 euros anuales-.

Para ponernos en situación: los empresarios taurinos no presentaron ofertas para gestionar el Iradier Arena en el mes de noviembre por el alto canon solicitado en el pliego de condiciones del Ayuntamiento, precisamente también 30.000 euros. Pero lo grave de la situación radicó en la no rectificación del pliego por parte del Ayuntamiento de Vitoria y, al no encontrar actividades adecuadas para cubrir el puesto de los toros, financiar –algo que jamás han hecho con la tauromaquia, cuando realmente el recinto está destinado a ella- ahora otro tipo de actos en el mismo ruedo de la plaza durante las horas en las que se daban el año pasado las corridas. Un acto de hipocresía.

Pero la desfachatez alcanza límites insospechados en este caso según publica El Correo en su edición Álava: de los 20 puntos en juego para este concurso, cinco de ellos se concederán por la celebración de actividades en euskera. Ya el pasado mes de diciembre, el mismo y polémico alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran (PNV), volvió a posicionarse en contra de los festejos taurinos en la Feria de La Blanca: "Fuera de las fiestas de La Blanca y siempre que el organizador corra con todos los gastos pueda haber toros”, señaló. "Si alguien quiere venir a Vitoria a hacer una corrida de toros, que ponga el dinero, que pague la tasa, que se encargue de todo y celebre la feria que quiera”, pero en las fiestas la plaza de toros estaba reservada para Neskas y Blusas, que finalmente no llevarán a cabo las actividades, financiadas por el Ayuntamiento.

jueves, 23 de febrero de 2017

La tienta

La tienta es una de las más importantes labores de todas las que se hacen en una ganadería brava. Su misión es seleccionar las vacas, escogiendo las que muestran bravura suficiente para ser madres.

La faena se realiza en la plaza de tientas que suele haber siempre en la finca. Esta plaza o lugar se llama tentadero, aunque, por metonimia, se suele usar indistintamente el término "tienta" o el de "tentadero" para referirse al acto de tentar. La plaza o tentadero es un auténtico laboratorio de la bravura. Mediante la operación de tentar se ha conseguido a lo largo de los años la evolución de la bravura en la cabaña brava.

Una operación de tienta contiene tres pruebas a las que se somete a la vaca: el capote, el caballo y la muleta. En la tienta, el torero no debe torear para lucirse él, sino que debe ayudar al ganadero a ver mejor cómo es el animal. Tampoco se pretende lucir a la vaca; lo que se busca es ver tanto las virtudes como los defectos que tiene para una calificación más acertada por parte del ganadero.

Las notas de tienta se apuntan sobre la marcha, desde el palco del ganadero, el cual manejará unos criterios de calificación, que suele aplicar en todas las tientas. Estos criterios son cambiantes con el paso del tiempo; hoy no se pide a una vaca lo mismo que se le pedía hace cien años, porque el aficionado de la plaza pide cosas distintas. También son diferentes según cada ganadero y, de esta manera, se va consiguiendo que cada ganadería vaya forjando su personalidad, arreglo a lo que su ganadero exige en la tienta; así, mientras un ganadero ordena llevar la vaca al caballo ocho o diez veces, otro se conforma con menos. La mayoría utiliza criterios de notas tradicionales pero últimamente existe una sistematización científica de valoración de la bravura elaborada por los doctores Almenara y García González.



Una característica es la privacidad de los datos de calificación. El ganadero no suele decir cómo ha calificado a una becerra. Tras la tienta, comentará con el mayoral y decidirá qué vaca es seleccionada y cuál es desechada. Las vacas no seleccionadas serán destinadas al matadero o a la lidia en las calles, pero nunca a la reproducción.

Algunas ganaderías hacen una retienta de vacas viejas, que consiste en volver a tentar una vaca que se aprobó hace diez o quince años para mejor ver cómo pueden ser sus productos a la hora de calificarlos como futuros reproductores. En una retienta, cuanto más viejas sean las vacas mejor porque así hace más tiempo que se han tentado y se acuerdan menos. Algunos ganaderos hacen la retienta en campo abierto; los vaqueros separan la vaca del resto de la manada y ahí está el torero preparado para meterle el capote y después la muleta y comprobar si embisten al engaño o al cuerpo. Si lo hacen al capote es que se han olvidado de su primer tentadero; si lo hacen al cuerpo es que, pese a su edad, gozan de buena memoria y entonces hay que buscar otra más desmemoriada. Para el torero supone una sensación especial porque el son de la embestida de estas grandes vacas es muy parecido al del toro, por el ritmo y el volumen.



También existe la tienta de machos, que se utiliza para elegir un semental dentro de un grupo pequeño de machos seleccionados por sus antecedentes genealógicos o rehata. Consiste sólo en hacerlos ir al caballo de picar. Se puede hacer a campo abierto o en la plaza. Cuando se ve que uno es bueno se decide hacer la retienta de machos, que es torearlo con capote y muleta para ver todas sus potencialidades; a eso se llama quemarlo, porque después no podrá ser toreado más (ya que habrá aprendido). Si es aprobado irá para semental; si no, al matadero.



Para acabar, la importantísima labor en una ganadería brava que es la tienta se suele hacer en intimidad, con sólo las personas necesarias y en el mayor silencio posible. Ser testigo de una tienta es un regalo para todo aficionado y no se alcanza todos los días.



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Manuel Losada 1: Plaza de San Antón en Bilbao